Leo en prensa con cierto estupor que el ministro de Economía ha nombrado Secretaria de Estado de Investigación a doña Carmen Vela. La Derecha española, o es lo más liberal de pensamiento que en una democracia pueda concebirse --incorporando esa ilimitada capacidad de perdón que su tradición cristiana le proporciona-- o bien ha alcanzado definitivamente la cima de la estupidez.
Porque doña Carmen Vela participó de manera significada en ese acto de la penúltima campaña electoral en el que se humillaba a media España con el aplauso risueño de los artistas de siempre. Ética y arte son, a priori, compartimentos estancos, y ya Nietzsche profundizó en la cualidad extramoral de las manifestaciones artísticas. Gil de Biedma, hombre de izquierda a quien no admitieron en el PCE por homosexual, se quejó poemáticamente de que media España ocupara el espacio de España entera.
Seguramente resulte complicado ser verdaderamente liberales. Pero no debería ser tan difícil dejar de ser malos. Verdaderamente malos.
Joaquín María Cruz Quintás.