JOAQUÍN MARÍA CRUZ QUINTÁS (Jaén, 1981) es licenciado en Filología Hispánica por la UJA. Doctorando en posesión del Diploma de estudios avanzados (DEA), otorgado por las Universidades de Jaén y Granada, dentro del Programa interuniversitario de doctorado El Veintisiete desde hoy en la literatura española e hispanoamericana (La Edad de Plata). Profesor de Lengua castellana y Literatura y Latín en el I.E.S. Ruradia (Rus, Jaén).

Españolizar



El problema del verbo españolizar es que tiene varias acepciones, diferentes connotaciones, interpretaciones desiguales. Y claro, esto siempre se presta al equívoco. El ministro Wert, que es hombre desacomplejado y que estructura bien sus discursos --de lo cual tiene conciencia--, pronunció aquella palabra peligrosa en un contexto que se viene obviando y que resulta fundamental para entender todo este pequeño lío. Lo habían acusado de intentar españolizar a los catalanes, léase el verbo con sentido claramente peyorativo. Y su réplica consistió no en cambiar el significante, sino en mantenerlo dándole un giro a su significado, que esas son las virtudes de la polisemia, el doble sentido y el juego de palabras.

Evidentemente, semejante requiebro léxico-semántico (que no carece de un cierto matiz provocador) ha dejado medio aturullados a los profesionales de la planicie mental, esto es, a los políticos de la regla de tres y los epítetos épicos. A un liberal como Wert las convulsiones de algunos siervos intelectuales de la gleba le deben de provocar una sonrisa etrusca de profesor frustado. Y miren que lo primero que hizo después de soltar los canes del verbo prohibido fue glosarlo, explicarlo, acortarles la cuerda y atarles el bozal, que ni San Juan de la Cruz con sus comentarios. Pero ya sabemos que es muy difícil combatir la mezcla de atrevimiento y de simpleza.

El problema de Cataluña es que en las últimas décadas se ha desespañolizado de manera doctrinaria, antinatural, mintiendo sobre la Historia y alimentando mitos que nacieron en el siglo XIX sobre la base de la nada. Españolizar a los alumnos (reespañolizarlos) debe consistir en devolverles el natural e inalienable derecho de conocer la verdad de sus dos identidades complementarias: la catalana y la española. Las de siempre.

Joaquín María Cruz Quintás

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