JOAQUÍN MARÍA CRUZ QUINTÁS (Jaén, 1981) es licenciado en Filología Hispánica por la UJA. Doctorando en posesión del Diploma de estudios avanzados (DEA), otorgado por las Universidades de Jaén y Granada, dentro del Programa interuniversitario de doctorado El Veintisiete desde hoy en la literatura española e hispanoamericana (La Edad de Plata). Profesor de Lengua castellana y Literatura y Latín en el I.E.S. Ruradia (Rus, Jaén).

Los buenos



Ahora que por las declaraciones de algunos conocemos que la derecha siempre ha querido acabar con la sanidad pública, podemos deducir que Franco fue un rojazo de tomo y lomo. Todos sabemos en qué años se instauró la Seguridad Social en España, aunque su embrión lo concibiera el conservador Eduardo Dato varias décadas antes, inspirado por la encíclica Rerum Novarum del Papa León XIII. Como se ve, todo muy marxista y revolucionario. 

Y en la escuela…  Quiere Wert que se cumpla la ley en materia de Religión, ofertando una asignatura con currículo a modo de alternativa. ¡Menudo facha! Este hombre está al servicio de los obispos, que son como una especie de delincuentes pero con criados, como Wert.  Lo suyo es ofertar lo que hasta la fecha, una hora para tocarse los genitales y favorecer que incluso los alumnos católicos presionen a sus padres para que no los matriculen en Religión. Hablando de genitales: la asignatura de Religión es optativa, como parece lógico en una sociedad liberal, pero no lo son las charlitas en las que se les enseña a los niños, sin conocimiento de los padres, que el sexo en grupo es algo normal o que en la relación sexual no existen límites mientras los participantes en la pitanza estén conformes. Como esto lo han escuchado mis oídos más de dos veces no es necesario que me lo cuente nadie. Pero desconozco si en lo de estar conforme los participantes entraría en juego el incesto, tenía que habérselo preguntado a la sonriente psicóloga del año pasado. ¿Alguien se imagina a un obispo dando una charla pastoral de asistencia obligatoria en un instituto de Andalucía?
La suerte que tenemos en el Sur es que en lugar de los malos, ahora nos gobiernan los buenos. Esto es una gran ventaja. En realidad, a mí me llevan gobernando desde que nací, pero supongo que será para compensar los treinta y seis que estuvo don Francisco. Así que en un par de años se cambiarán. También para que nuestros dirigentes no sufran más tiempo viendo cómo tienen que recortar el sueldo de los funcionarios, que es una medida de la que tiene la culpa el Gobierno central y que se tomó para evitar enviar al paro a ningún empleado público de la Junta. Familiares y amiguetes incluidos. Porque la idea de que la familia es la célula principal de la sociedad sí lo aprendieron bien de cuando iban a misa en tiempos de don Francisco, el de la Seguridad Social.

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