JOAQUÍN MARÍA CRUZ QUINTÁS (Jaén, 1981) es licenciado en Filología Hispánica por la UJA. Doctorando en posesión del Diploma de estudios avanzados (DEA), otorgado por las Universidades de Jaén y Granada, dentro del Programa interuniversitario de doctorado El Veintisiete desde hoy en la literatura española e hispanoamericana (La Edad de Plata). Profesor de Lengua castellana y Literatura y Latín en el I.E.S. Ruradia (Rus, Jaén).

Et in Arcadia ego

Así, con esta coda que hunde sus talones en el paraíso perdido y candoroso de la niñez, remata Cernuda su bello poema “Luna llena en Semana Santa”. Arcadia de los ojos de mirada blanca y labios entreabiertos como cancel de patio de abril. Mejillas en rosa florido de paso de palio, como esa ascua candente que incendia el sepia de las noches de la memoria. Luna y fatiga. Música de siglos. La ciudad.
Es el mismo niño que atraviesa inquieto y locuaz, la mano del padre apretada por la pasión de las vísperas esa plazuela cuya alma, escribió el poeta sevillano, es la flor del naranjo; donde debe de anidar el espíritu balsámico de cinco siglos de bellezas y oraciones. Leemos en el Viejo Testamento que Dios habita la levedad de la brisa, hoy arrebol de vainilla que va dibujando telones para el teatro doloroso de la Pasión. A la belleza por el dolor.

Es este el tiempo sin tiempo del niño que comienza a aprehender el Misterio en las calles de la primavera. Misterium tremendum de Dios. Bullicio de los vencejos. La vida.
Joaquín María Cruz Quintás

En el ciclo sobre Miguel Hernández

Hace setenta y cinco años, casi setenta y seis, que Miguel Hernández, poeta universal, llegó a la ciudad de Jaén. Corría el  mes de marzo de 1937 cuando el oriolano se presentaba en el cuartel general del sector sur del Ejército de Andalucía, enviado por las autoridades del Frente Popular para implementar una labor de carácter eminentemente propagandístico, como redactor y director del periódico Frente Sur. Y es que nuestro autor fue verdaderamente un poeta-soldado, acaso el único de su generación. Poeta de la carne y de la sangre.

Poeta de la vida: Primum vivere, deinde philosophari, escribieron los clásicos, que nosotros podríamos adaptar a la vida y obra del alicantino con un “primero vivir, luego escribir”.  

Miguel Hernández, poeta de la conciencia. Afirma Unamuno, en su Sentimiento trágico de la vida, que “conciencia es conocimiento participado, es consentimiento, y con-sentir es com-padecer”. 

Resulta imposible, por tanto, separar vida y obra en Miguel Hernández, porque ambas se alimentan de manera recíproca: su verso cordial y sangriento, según adjetiva Juan Cano Ballesta,  es espejo quebrado y arma empuñada para la sobrevivencia, que le hizo escribir en El rayo que no cesa:

            Un carnívoro cuchillo
de ala dulce y homicida
sostiene su valor y su brillo
alrededor de mi vida.

Una vida que, como hemos apuntado ya, también discurrió por las calles añosas del aquel  Jaén de los años 30. 

Y de las huellas de su paso por esta ciudad y de otras cuestiones nos habló el pasado jueves el escritor Manuel Urbano Pérez, y el viernes José Luis Buendía. También el jueves, Francisco Escudero nos convenció de la trascendecia universal del legado hernandiano, que tenemos en Jaén. Y a última hora del viernes, Rafael Alarcón nos urdió, antes de la cerveza y la liturgia de las tabernas catedralicias, una síntesis perfecta de su obra poética. Seguiremos el próximo viernes.

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Los buenos



Ahora que por las declaraciones de algunos conocemos que la derecha siempre ha querido acabar con la sanidad pública, podemos deducir que Franco fue un rojazo de tomo y lomo. Todos sabemos en qué años se instauró la Seguridad Social en España, aunque su embrión lo concibiera el conservador Eduardo Dato varias décadas antes, inspirado por la encíclica Rerum Novarum del Papa León XIII. Como se ve, todo muy marxista y revolucionario. 

Y en la escuela…  Quiere Wert que se cumpla la ley en materia de Religión, ofertando una asignatura con currículo a modo de alternativa. ¡Menudo facha! Este hombre está al servicio de los obispos, que son como una especie de delincuentes pero con criados, como Wert.  Lo suyo es ofertar lo que hasta la fecha, una hora para tocarse los genitales y favorecer que incluso los alumnos católicos presionen a sus padres para que no los matriculen en Religión. Hablando de genitales: la asignatura de Religión es optativa, como parece lógico en una sociedad liberal, pero no lo son las charlitas en las que se les enseña a los niños, sin conocimiento de los padres, que el sexo en grupo es algo normal o que en la relación sexual no existen límites mientras los participantes en la pitanza estén conformes. Como esto lo han escuchado mis oídos más de dos veces no es necesario que me lo cuente nadie. Pero desconozco si en lo de estar conforme los participantes entraría en juego el incesto, tenía que habérselo preguntado a la sonriente psicóloga del año pasado. ¿Alguien se imagina a un obispo dando una charla pastoral de asistencia obligatoria en un instituto de Andalucía?
La suerte que tenemos en el Sur es que en lugar de los malos, ahora nos gobiernan los buenos. Esto es una gran ventaja. En realidad, a mí me llevan gobernando desde que nací, pero supongo que será para compensar los treinta y seis que estuvo don Francisco. Así que en un par de años se cambiarán. También para que nuestros dirigentes no sufran más tiempo viendo cómo tienen que recortar el sueldo de los funcionarios, que es una medida de la que tiene la culpa el Gobierno central y que se tomó para evitar enviar al paro a ningún empleado público de la Junta. Familiares y amiguetes incluidos. Porque la idea de que la familia es la célula principal de la sociedad sí lo aprendieron bien de cuando iban a misa en tiempos de don Francisco, el de la Seguridad Social.

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