• Pejiguera: En Jaén se emplea esta voz, con cierta frecuencia, para aludir a la persona que, careciendo del sentido de la medida, se muestra excesivamente cansina en sus manifestaciones externas o en sus relaciones con los demás, ya sea puntual o habitualmente: La Vística, nene, qué tío más pejiguera,… vete a darte un paseíco, anda. En puridad, la pejiguera o duraznillo es un tipo de hierba (yerbajo) habitual en las riberas de arroyos y ríos, cuyas flores son espigadas, por lo que la molestia para quien las roza con su pierna es evidente.
• Apollargado: De la misma familia léxica que polla, apollargado es un término cuya frecuencia de uso en el habla popular de Jaén es muy alta. Se utiliza para referirse a quien no parece muy avispado, a quien da la impresión de ser estulto o cipotón. En la vecina Granada, de manera curiosa, existe una variación en apollardado. Por supuesto, en la pronunciación de las dos voces se pierde siempre el fonema /d/ en posición intervocálica.
Joaquín María Cruz Quintás