- Regomeyo: Esta voz es empleada en Jaén, al igual que en buena parte de Andalucía y Murcia, para referirse al desasosiego o remordimiento que puede provocar una situación especialmente comprometida, inquietante o de riesgo: "Ahora estaré yo con mi regomeyo hasta que me llame por teléfono".
- Apañado: La particularidad del empleo de este término en Jaén --convenientemente sincopado (esto es, habiendo perdido el fonema dental /d/)-- radica en su frecuente función de vocativo, habitualmente para referirse a un interlocutor a quien se está pidiendo un favor: "Anda, apañao, recoge tú la mesa".
Joaquín María Cruz Quintás.