“Franco siempre se mostró contrario a la democracia”
No es cierto.
De hecho, el que luego sería Jefe del Estado fue el
encargado de defender la legalidad democrática tras el intento de golpe de
Estado contra la República
que llevaron a cabo las izquierdas revolucionarias, entre ellas un PSOE bolchevizado bajo la dirección de Largo Caballero, la Esquerra Republicana
de Cataluña, los anarquistas, etc.
No sólo eso, sino que en 1932, tras el intento de golpe
militar del general Sanjurjo, le había escrito:
Usted, al haberse sublevado y fracasar, se ha ganado el
derecho a morir.
Anteriormente, tras el fallido golpe de Estado republicano contra
la Monarquía
de 1930, en el que participó muy decisivamente su hermano, el anarquista Ramón
Franco, también le había censurado con vehemencia su actitud:
si pudieras escuchar hoy a los que se embarcaron contigo en
la loca aventura, desengañados de sus errores, te convencerías de que lo
que podía encajar en el cuadro de mediados del pasado siglo es imposible hoy en
que la evolución razonada de las ideas, democratizándose dentro de la Ley, constituye el verdadero
progreso de la Patria,
y que toda revolución extremista y violenta la arrastrará a la más odiosa de
las tiranías.
La progresiva deshumanización y descontrol de la
II República le harían cambiar paulatinamente
de opinión. Para él, la democracia había sido un intento noble, pero fracasado en España.
Joaquín María Cruz Quintás